El Athletic tiene que recuperar la normalidad tras su derrota en Bucarest, donde recibo una lección, de la que intentarán aprender para poder intentar ganar la final de la copa. "Nos reunimos en la habitación después del partido y hablamos sobre lo que había pasado. Estamos un poco mejor anímicamente" dijo Llorente, uno de los que rompió a llorar en el estadio Nacional.
También añadió: "Dentro de 15 días el fútbol nos da una oportunidad excelente para desquitarnos. Espero que esta vez salgamos sin miedo, más tranquilos. No vamos a tener tanta presión, nadie da un duro por nosotros en la final. Vamos a ver qué somos capaces de hacer".
Por: Javier Calle
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